Antigua casa de labranza y ganadera. Situada, desde sus orígenes, pegada, literalmente, a la Iglesia del Consuelo. Construida en los comienzos de Altea (ahora en 2017 se cumplen 400 años de la Carta Pobla) sobre las faldas de una antigua cantera de piedra/arcilla, y aprovechando, como no podía ser de otra manera, las irregularidades del terreno. Se construía pegado a la piedra y ésta servía como primer lado de la futura construcción. Podemos ver innumerables ejemplos, tanto aquí, en La Capella, como en muchas casas vecinas. Esta construcción es más antigua que la propia Iglesia del Consuelo.



muro de piedras   muro de piedras2


Disponía de varias estancias (planta principal y "cambra"), al igual que otras muchas construcciones colindantes de Altea. Casa familiar que disponía de una corral para los animales (gallinas, pavos, pollos, conejos,…), lo que actualmente es hoy su magnífica terraza.

Siempre ha habido venta de carne. Con el paso de los años y las diferentes necesidades que iban surgiendo se construyó un horno que daba servicio a la familia y también, como era costumbre, a familias cercanas, que hacían el pan diario, empanadillas, galletas, verduras, pescados y todo aquello que se terciaba. En la actualidad se conserva la piedra originaria, tallada a mano, de la puerta del horno (salón de arriba).

Recordamos el dicho que dice; "Cuando el horno está encendido, cualquier cosa que le tires buena estará"

Posiblemente fué lugar de reunión y de tertulias alrededor del horno, mientras se horneaba el pan, las cocas, o se hacían las verduras y el pescado para preparar "l’espencat". Si el horno pudiera hablar,... cuanto tendría que contarnos!

Después de varias reformas, se inicia el acondicionamiento de "la casa familiar" para convertirla en el Restaurante que podemos contemplar a día de hoy.
  puerta del horno


¿Por qué el nombre de La Capella? Si entramos a la Iglesia de Altea y nos situamos frente al Altar Mayor, a nuestra derecha tendremos una Capilla donde se haya el “Corazón de Jesús”. Toda esta parte del muro de la Iglesia, que linda con el restaurante se le conoce como “La Capella” (en valenciano), de ahí el nombre del restaurante.

Sólo por mencionar una anécdota que nos cuenta Florencio: En la fuente que hay a la entrada del restaurante, se puede apreciar, sobresaliendo de entre el resto de piedras que forman el pequeño muro de la fuente, una gran piedra de color negro oscuro.
Esta piedra la utilizaba el bisabuelo de Florencio para hacer picar esparto. Con este esparto se hacía cuerda, esta cuerda se vendía para comprar ladrillos con los que hacer la Iglesia.

Recuerda con nostalgia un dicho que se decía en la época de la construcción de la Iglesia "Yo tengo tantas 'rejoletes' (ladrillos de barro) y yo tengo tantas piezas de mármol,...".

Recordemos que la Iglesia de Altea se hizo con las aportaciones de los vecinos, donde cada uno aportaba aquello que podía.
  piedra negra


Restaurante La Capella: Cocina referente en la comarca, siempre en continua evolución y transformándose para dar a sus clientes/amigos lo mejor de su gastronomía y saber hacer.

Con una capacidad para 60 y 24 personas (en sus dos salones). Tambiétn dispone de una magnífica terraza para 100 personas en el marco incomparable del casco antiguo de Altea, con preciosas vistas panorámicas a la Sierra de Bernia, el Peñón de Ifach, ...

Dispone de una atractiva bodega climatizada con capacidad para 2000 botellas, con mas de 200 referencias, donde se pueden encontrar desde los clásicos de siempre hasta los mas actuales vinos de autor.


Florencio Cano Lanuza.

Fundador de la empresa, será quien te reciba. Además se encarga de las compras, responsabilidad ésta, que realiza a la perfección ofreciendo una selección de productos de primerísima calidad para la elaboración de los platos tan particulares que hacen de La Capella uno de los Restaurantes mejor considerados de Altea.

Olatx Bernaola Abaroa.

La encontraras en la cocina donde desarrolla un magnífico trabajo. Sus deliciosos arroces, el toque especial de quien hace de la cocina un arte y su buen hacer incluso preparando el plato más simple y a la vez el más dificil. Ofrece en cada composición su sello inconfundible.

Vicenta Mª Cano Lanuza.

Completando esta maravilloso equipo, Vicenta Mª nos deleita con sus embriagadores postres y su suculenta pasteleria, haciendo fantástico el final de esta fiesta de los sentidos todo un placer que nos hará preguntarnos ¿Cuando volveré otra vez a La Capella?



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